El Equipo de Atención Hospitalaria y Domiciliaria de Zaragoza, queremos ofrecer a todo el profesorado que en algún momento de su vida profesional se encuentre con un niño o niña con una enfermedad de de larga hospitalización o convalecencia, recursos para la respuesta educativa y personal.
La enfermedad tiene importantes
repercusiones sobre la vida de una persona, y cuando esta persona es un niño,
las repercusiones son especialmente significativas por los impactos físicos,
psicosociales y pedagógicos. Los niños con graves enfermedades están sometidos
a repetidas hospitalizaciones y deben enfrentarse no sólo al temor o al dolor de
los procedimientos médicos, sino también a todo lo que lleva consigo de ruptura con la vida que llevaba hasta ese momento.
Es evidente que un alumno con una
enfermedad grave no va a poder asistir con regularidad al colegio y por ello
contamos con aulas hospitalarias y servicios de atención educativa
domiciliaria, con el fin de que esos alumnos no rompan su ritmo escolar, no se
retrasen en sus aprendizajes ni en su desarrollo personal, a la vez que
atienden a las necesidades psicológicas y sociales generadas por la enfermedad
y la hospitalización.
A este proceso han contribuido la Carta de los Derechos
del Niño Hospitalizado, aprobada por el Parlamento Europeo en 1986 y toda la legislación estatal y autonómica que se ha venido desarrollando en España para compensar al alumnado enfermo y asegurar su Derecho a la Educación, al bienestar físico y emocional y a normalizar, en la mayor medida posible, su día a día.
Derechos del niño/a hospitalizado